Vivir sin dormir
Me sentía frio y ausente, no se en que momento de la conversación decidí perderme y abandonar mi oido. Prefería jugar con mi vista, distorsionar las imagenes ayudado por aquella vela y el alcohol. Si me hubiesen escupido creo que ni me habría inmutado. Allí, con el nudo de la corbata desnudado, con el pelo despeinado, con los zapatos y el alma sucios, habitando el mundo y exiliado de él. Necesité pertenecer a algo, sentir que era parte , tener un lugar, me invadió un terrible deseo de escapar una última vez en su aliento. Recordé que sus labios ya mojaban otros y triste, solo las carcajadas me devolvieron a otra realidad, en la que me regocijaba mirándoles riendo ajenos a mi pensamiento.
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